Artist Statement
La obra de Helena Moyer nace de una reflexión en torno a la ternura, el vínculo y la gratitud. Su práctica artística investiga cómo los afectos se encarnan en lo cotidiano y se manifiestan a través de pequeños gestos, entendidos como expresiones esenciales del cuidado y la conexión.
Parte del retrato como lenguaje central, integrando elementos florales que dialogan con la figura humana. En sus composiciones, las flores no actúan como ornamento, sino como reflejo del amor, la ternura y la empatía que florecen dentro de las personas queridas, y que se proyectan mediante gestos íntimos.
Moyer centra su atención en lo sutil: una mano que acompaña, una postura que acoge o una presencia silenciosa se convierten en vehículos de lo profundo. Su pintura busca capturar esa dimensión íntima que habita en lo común y que a menudo pasa desapercibida por su aparente sencillez.
No representa historias concretas, sino que construye imágenes abiertas, que invitan al espectador a proyectar su propia experiencia desde la contemplación pausada y la resonancia afectiva. En última instancia, su trabajo propone una reflexión sobre cómo el afecto puede tomar forma, cómo los cuerpos y los vínculos se convierten en refugios emocionales.